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El quehacer docente en el mes de su celebración

Por: Blanca G. Navidad Echauri


El pasado 15 de mayo celebramos el día del maestro en el país. Pero ¿por qué se festeja este día?, porque a principios del siglo XX,  el presidente Venustiano Carranza, estableció mediante  decreto este día para honrar a los maestros, además de que pensó que esta fecha no debía pasar desapercibida en México por la labor que ello representa. También coincidió con que a San Juan Bautista de La Salle, se le reconoció como el patrono de todos los docentes ya que como pedagogo dedicó toda su vida a formar maestros que enseñaran a niños que no contaban con acceso a la educación. 


Como dato curioso, encontramos que por el año de 1923, para poder realizar la labor docente  las mujeres  deberían firmar un contrato donde deberían renunciar a una serie de cosas que hoy nos parecen absurdas, tales como: no casarse, no andar en compañía de hombres, no fumar o beber, no viajar en carro en compañía de hombres, no usar ropa de colores llamativos, no teñirse el cabello, entre otras. 


En cuanto al papel del profesor, no sólo se limitaba al trabajo académico, también ejercía cierta autoridad moral tanto para el alumno como para las familias dentro y fuera del aula, que lo hacía acreedor a un gran respeto, que se ha ido perdiendo a través de los años, pues ante los escenarios que hemos estado viviendo durante los últimos años,  el quehacer docente ha tenido que encontrar la manera de sortear las dificultades, como lo que se vive en la actualidad, la pandemia del COVID-19 ha traído nuevos retos y se ha tenido que diseñar o rediseñar estrategias para continuar con su labor a distancia y salvar el ciclo escolar a costa de  sus propios recursos y de emplear más horas de trabajo para planear la impartición de clase.  Esto es en todos los niveles educativos y en la ByCENJ, semillero de futuros docentes, no nos hemos quedado atrás en adaptarnos a las nuevas formas de impartir el conocimiento poniendo especial cuidado en las áreas de mejora que se han ido presentando. 


Por tal motivo, nos dimos a la tarea de recopilar algunas impresiones de docentes sobre su perspectiva de la educación y la forma de transmitir su conocimiento en estos difíciles momentos:


Entrevistamos al Mtro. Arturo Rivelino Mercado González, y esto fue lo que nos comentó:


1.  ¿Cuál es tu formación académica?

  • Licenciado en Ciencias y Técnicas de la Comunicación. 

  • Maestría en Administración de Empresas.

  • Maestría en Educación e investigación.

2. ¿Alguna vez te visualizaste como docente?

No, a pesar de venir de una familia de docentes.


3. ¿Qué te motivó a convertirte en uno?

Se abrió una oportunidad de dar clases de inglés en la ByCENJ por unas cuantas horas, por un semestre y sólo venía por seis meses. Ya llevo unos cuantos años más aquí. 


4. ¿Qué significa ser docente para ti?

Un aprendizaje continuo tanto académico como todo lo que aprendo de mis alumnos.


5. ¿Qué esperas de tus alumnos?

Que se superen continuamente y que amen su profesión ya que necesitamos mejores maestros para generar un mejor futuro. 


6. ¿Cómo vives la docencia en estos tiempos de contingencia?

Aprendiendo y experimentando con nuevas formas de enseñar así como extrañando la presencia en las aulas de mis alumnos. 


7. ¿Cómo piensas que sería la docencia después de la contingencia?

Con base en la experiencia del 2009, supongo que un tiempo tendremos que mantener ciertas medidas de protección para poder seguir en las aulas. Con respecto al tema digital, se abrieron nuevas herramientas para combinar con el trabajo áulico. 



También, platicamos con la Mtra. Xelhua Camarena Rosas, quien nos compartió su experiencia como docente:


1. ¿Cuál es tu formación académica?

Soy egresada de la ByCENJ de la generación 2001-2004, estudié la Maestría en Ciencias de la Educación en ISIDM y en el 2010 hice otra Maestría en Investigación y Docencia en la Universidad Santander. Todos me preguntan que por qué 2 y siempre respondo lo mismo, que la segunda la verdad la hice porque estaba aburrida y quería refrescar mis conocimientos, quería saber sobre una materia  en particular, la didáctica, pero me gustó hacerlo. 


2. ¿Alguna vez te visualizaste como docente?

Quizá si, de niña jugábamos mis hermanos y yo a la escuelita porque teníamos un pizarrón afuera de nuestro cuarto y mi hermano y otros vecinos eran mis alumnos. Siempre viví rodeada con enseres de profesor porque mis padres lo fueron, creo que era algo normal el término, luego con el tiempo pensé que quería estudiar algo para ayudar a la gente y la Mtra. Alicia Plascencia (qepd), me dijo algo que me motivó a seguir por esa línea “Si quieres ayudar a otros, edúcalos” y no lo dudé más. 


3. ¿Qué te motivó a serlo? 

Creo que siempre he tenido la visión de ayudar al prójimo y hacerlo, me hace ser mejor persona, aparte de que vengo de familia de profesores.


4. ¿Qué significa ser docente para ti?

Persona con sed de aprender, que comparte sus conocimientos y experiencias para ayudar a los otros.


5. ¿Qué esperas de tus alumnos? 

Buena pregunta, “Que le echen ganitas” creo,  jajaja. Lo único que espero es que “no sean maestros del montón“, que sean auténticos y se formen para ser personas de bien y así como tuvieron modelos de maestros donde se sintieron bien, aprendieron o fueron una motivación, así los vean a ellos. 


6. ¿Cómo vives la docencia en estos tiempos de contingencia? 

La verdad es que es un reto, no es lo mismo tener una computadora a muchos ojos viéndote. Mi aula, mi santuario, prefiero el aula, los alumnos, las risas y ocurrencias de la interacción. 


Pero no ha sido del todo mal, me ha invitado a utilizar otros recursos, a poner atención en cada uno de mis alumnos y su forma de vivir y ver sus necesidades en este proceso, pues son distintas y sobre todo a crearme un estilo de docencia donde lo esencial es lo importante, a planificar buscando lo mejor para ellos y en donde no se pierda mi esencia.


7. ¿Cómo piensas que será la docencia después de la contingencia? 

Con mayor responsabilidad con el “te cuido y me cuidas”.


Como conclusión podemos decir que el maestro ha sido un gran actor en nuestro país a través del tiempo y que esta profesión tan atacada por muchos sectores, es un acompañamiento fundamental en la formación de un individuo desde sus inicios de vida hasta su formación profesional dejando una huella imborrable en cada uno de nosotros. Por eso te decimos: ¡Gracias Maestro!

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